¿A quién no le gusta la naturaleza y la aventura? A Los Polos Viajeros nos encanta y es por eso que Rioverde es uno de nuestros sitios favoritos además de ser la puerta de entrada a las maravillas que ofrece la Huasteca Potosina.
De arquitectura sobria y elegante Rioverde se encuentra a dos horas y media de San Luis Potosí, se distingue por su tranquilidad que incita al turista a visitar sus templos, caminar por sus plazas y recorrer sus apacibles jardines. En el corazón de la ciudad hay dos atractivos que no te puedes perder, máxime si como nosotros tienes niños, el museo interactivo El Colibrí donde los peques se divertirán en grande y el Museo Regional donde aprenderás más acerca de la historia local. Ve preparando las maletas junto con el snorkel y el visor pues estamos a punto de sumergirnos en una gran aventura.
«Alegre y pintoresco, así es el corazón de los rioverdenses»
UN MANANTIAL COMO SALIDO DE OTRO PLANETA
Si te gusta nadar, snorkelear o bucear la laguna La Media Luna es para ti. Esta serie de 6 manantiales está a tan sólo 6 kilómetros del centro de Rioverde y es el mayor atractivo natural de la zona. Su nombre se debe a la forma que posee en conjunto vista desde las alturas. Es de gran importancia ecológica y turística pues desde todos los rincones de México y el mundo la vienen a visitar para practicar el buceo.
El Parque Natural Media Luna está ubicado en el ejido El Jabalí y cuenta con todos los servicios así que no te preocupes pues tu diversión y seguridad están garantizadas. Existe una cuota de entrada que deberás pagar en efectivo, $40 pesos por adulto y $20 pesos por niño, pero si eres adulto mayor presenta tu identificación y recibirás un descuento. ¡Aprovéchalo!
«Te recomendamos ir en temporada baja para que no te toquen ríos de gente»
AL AGUA PATOS
Una vez que pagamos, nos dirigimos a los vestidores para enfundarnos en nuestros trajes de baño para luego irnos directo a rentar unos chalecos salvavidas por $25 pesos c/u. Aún cuando sepas nadar, es obligatorio su uso por tu seguridad y la de tus hijos «a menos que vayan a estar sólo en la orilla». Y créenos, una vez dentro del agua agradecerás traerlo pues te cansas menos y disfrutas más. Emocionados y equipados seguimos los señalamientos hacía el manantial principal y pasamos por la zona de acampado, así es, si lo tuyo es el «camping» aquí también podrás traer tu tienda de campaña y todo lo necesario para vivir una aventura rodeado de naturaleza y cobijado por las estrellas.
También cuenta con acogedoras cabañas equipadas con cocineta ideales para familias así que no hay pretexto para no pasártela campiranamente bien. Una vez que llegamos al muelle pudimos observar la verdadera belleza del lugar pues ante nosotros se mostró un agua azul turquesa y cristalina que hipnóticamente nos incitaba a saltar. Lo que siguió… ¡Splash!
Para nuestra sorpresa el agua estaba templada y como había sol no podíamos estar mejor. Los más divertidos eran Isa y Santi pues así como entraban al agua se salían para volver a brincar en un ciclo interminable.
Los manantiales son reconocidos por poseer peces de índole endémica así como aves estacionarias y migratorias, por lo que si eres un observador de aves aquí tienes el escenario ideal para un buen safari fotográfico.
Y que decir de la flora, las orillas están rodeadas de hermosas Victorias Regias flotantes que le dan un toque muy especial. Y en las profundidades del lecho podrás observar plantas muy hermosas, sólo ten cuidado de no pisarlas pues son parte esencial de este inigualable ecosistema.
Y para los que gustan de las aventuras submarinas aquí podrán realizar el buceo de manera práctica y segura. El descenso amateur es de aproximadamente 15 metros así que no necesitas ser un experto, simplemente tener ganas de divertirte pues por la módica cantidad de $300 pesos te rentan todo el equipo que desde luego incluye una clase teórica y la compañía de un buzo experimentado.
La experiencia es única, como si te transportaras a otro planeta ya que podrás apreciar extrañas plantas y árboles petrificados además de disfrutar una paz y tranquilidad al escuchar tu propia respiración y latidos.
Ahora que si ya eres un buzo experto podrás descender hasta más de 30 metros y conocer las imponentes cavernas submarinas que se encuentran en el fondo.
Atrévete
Quizá te de miedo bucear, pero confía en nosotros, este es uno de los lugares más seguros para bucear por primera vez, te lo decimos con conocimiento de causa. Es mucho más seguro y tranquilo que hacerlo en el mar ya que no existen corrientes ni depredadores. Así que vence tus miedos y atrévete a sumergirte en esta hermosa laguna.
Después de estar en el manantial más grande fuimos visitando uno a uno pues están conectados por pequeños riachuelos y en nuestro recorrido pudimos maravillarnos con los enormes y gruesos cipreses que dan sombra a estas azules pozas.
Y con tanto salto y nado ya nos moríamos de hambre así que no nos costó tanto trabajo salirnos. Entonces nos dimos a la tarea de seleccionar uno de los tantos restaurantes que hay en el parque y disfrutamos de una rica cecina huasteca acompañada de enchiladas mientras escuchábamos el correr del agua. ¿Qué más podíamos pedir?
«Te volvemos a insistir, acude en temporada baja y si puedes evita la Semana Santa»
Una vez que estés ahí no querrás irte y si así lo deseas podrás rentar una cabaña. Ahora que si hay mucha gente o prefieres la comodidad de un hotel te recomendamos uno muy cercano y con todos los servicios, el Hotel Media Luna. Ahí te espera un baño con agua caliente y una cómoda cama, nosotros te damos las opciones y tu decides donde hospedarte de acuerdo a tus gustos y presupuesto.
LOS TIPS
Para disfrutar aún más tu vista a la laguna de la media luna no debes olvidar lo siguiente:
- Cámara acuática o funda para tu celular
- Repelente de mosquitos
- Protector solar de preferencia ecológico
- Toallas
- Acualetas para evitar raspones
- Suficiente efectivo pues no podrás pagar nada con tarjeta
«México tiene grandes maravillas para disfrutar en familia y la Laguna de la Media Luna sin duda es una de ellas»
Delicias rioverdenses
Al caer la tarde nos dirigimos a Rioverde y después de recorrer el centro nos fuimos en busca de dos de los platillos más famosos de la región, los tamborcitos y las enchiladas rioverdenses. Los primeros son una especie de gorditas rellenas de pollo con jitomate o si lo prefieres de revoltijo verde de huevo acompañadas de lechuga y papa. Las enchiladas no son como las potosinas pues son de masa combinada con chile cascabel y jitomate y su peculiaridad es que parecen sopecitos. Llevan una embarradita de frijoles, papa, salsa, cebolla y queso. ¡Deliciosas!
¿Pero dónde probar tan deliciosas creaciones? El mejor lugar para hacerlo es el afamado “Mesón de Doña Lupe” propiedad de Doña Guadalupe Juárez Ruiz.
Un merendero familiar que vio sus inicios en 1974 y que hoy en día es toda una tradición que no podíamos dejar de visitar. Abre sus puertas de 6 a 12 pm. pero hay que llegar temprano pues es tal su fama que a veces hay que esperar para poder conseguir mesa. Y para cerrar con broche de oro, Rioverde nos agasajó con las crujientes chancaquillas que no son otra cosa que deliciosas palanquetas de piloncillo con semillas de calabaza al horno. Las encuentras en cada esquina pero las mejores son las de Don Antonio Pérez Elías en el Mercado Cristóbal Colón. ¡Búscalo y verás!
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HOTEL MEDIA LUNA
MESÓN DE DOÑA LUPE · ALDAMA 141 CENTRO
BUCEO MEDIA LUNA
LOS POLOS VIAJEROS 